Os puedo asegurar que la magia de los lugares es posible gracias a las personas. Independientemente de si es más o menos bonito, tu experiencia será +/- positiva, en base al trato que hayas recibido del lugar visitado.
Pues así me he sentido en Bhaktapur: ¡como en casa!
He disfrutado de sus templos, he caminado tranquilamente por sus calles, me he relacionado con los comerciantes, me han invitado a celebrar una fiesta familiar... ¿qué más se puede pedir?
Vuelven a cruzarse en mi camino seres maravillosos que me han tratado como si fuera de la familia.
¿Es cierto que recibes lo que das? Estoy segura de ello, lo he podido comprobar una vez más... ¡¡Gracias!!