¡El gigante más bello del planeta!
¡Eli! Foto by Chencho. |
Este animal, a pesar de ser el mamífero más grande del planeta, me produce muchísima ternura y fascinación.
No sabría explicaros muy bien porqué, pero no puedo dejar de contemplar imágenes y ver la hermosura que desprenden. Quizá porque en parte se parecen a nosotros, los humanos, en muchas cosas. Me refiero a sus emociones: Amor, compasión y altruismo, empatía, alegría, dolor por la pérdida de un ser querido, desolación, memoria, recuerdos, terror, enfado, stress...
No sabría explicaros muy bien porqué, pero no puedo dejar de contemplar imágenes y ver la hermosura que desprenden. Quizá porque en parte se parecen a nosotros, los humanos, en muchas cosas. Me refiero a sus emociones: Amor, compasión y altruismo, empatía, alegría, dolor por la pérdida de un ser querido, desolación, memoria, recuerdos, terror, enfado, stress...
Hoy me gustaría poder hablaros de este fascinante gigante que me cautiva: el elefante.
Durante mi viaje a Tailandia, en la región de Chiang Mai, pude ver como se explotan a estos animales para actividades turísticas. Yo también participé en ello debido a mi ignorancia y al engaño por parte de las agencias.
La experiencia fue tan desagradable y dolorosa. Sólo se me escuchaba decirle al Cornac o Mahout (guía), que dejara de darle golpes con el kwan-chang (especie de gancho). El animal emite gruñidos y desde mi punto de vista, sufre. Fue espantoso.
¡Me equivoqué, pero aprendí la lección bien aprendida!
En ese instante gané consciencia de cómo ayudar a que estos animales no sean explotados y sometidos a ciertas prácticas: no participando en dichas actividades e informándose muy bien antes de contratar cualquier actividad con animales (tigres, elefantes, monos, delfines, circos, etc...).
Hago un llamamiento a todos los viajeros, la información es poder. Por un turismo responsable.
Durante mi viaje a Tailandia, en la región de Chiang Mai, pude ver como se explotan a estos animales para actividades turísticas. Yo también participé en ello debido a mi ignorancia y al engaño por parte de las agencias.
La experiencia fue tan desagradable y dolorosa. Sólo se me escuchaba decirle al Cornac o Mahout (guía), que dejara de darle golpes con el kwan-chang (especie de gancho). El animal emite gruñidos y desde mi punto de vista, sufre. Fue espantoso.
¡Me equivoqué, pero aprendí la lección bien aprendida!
En ese instante gané consciencia de cómo ayudar a que estos animales no sean explotados y sometidos a ciertas prácticas: no participando en dichas actividades e informándose muy bien antes de contratar cualquier actividad con animales (tigres, elefantes, monos, delfines, circos, etc...).
Hago un llamamiento a todos los viajeros, la información es poder. Por un turismo responsable.
Los elefantes nunca olvidan |
Sólo quedan dos especies de elefantes en el mundo – el elefante africano y el elefante asiático. Se diferencian en el color, de gris claro a gris oscuro, teniendo las características más distintivas en sus enormes orejas y colmillos. Estos colmillos han resultado en la muerte de miles de elefantes, debido a que están hechos de marfil. A pesar de que actualmente es ilegal comerciar o vender marfil, sigue siendo un negocio bastante rentable en el mercado negro. Desgraciadamente los cazadores furtivos matan cada año 12.000 ejemplares en África para la venta de sus colmillos. Una cifra alarmante y preocupante.
Asian Elephant. Foto by Francisco Herrera. |
¡Vamos a conocer un poco mejor a estos increíbles GIGANTES!
Los elefantes sufren por amor
Cuando
terminamos un romance o una persona querida se nos va, nos duele tanto el
corazón que parece que se nos fuera a romper. No sólo los humanos sufrimos por
amor, sino que también los elefantes.
Los mamíferos más grandes del mundo tienen un corazón que le hace peso a su tremendo tamaño, ya que los elefantes no sólo se enamoran, sino que incluso pueden llegar a morir por penas afectivas.
Los mamíferos más grandes del mundo tienen un corazón que le hace peso a su tremendo tamaño, ya que los elefantes no sólo se enamoran, sino que incluso pueden llegar a morir por penas afectivas.
¡Vamos! Foto by Sergio Sánchez. La hembra anima al macho a moverse, la ternura es protagonista en la imagen
El amor en los elefantes
Los elefantes son
conocidos por su memoria: Ellos recuerdan lugares y otros animales que
vieron años o incluso décadas atrás. Ese mismo cerebro privilegiado, les
permite sentir y expresar una serie de emociones de manera compleja, entre
ellas el amor.
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Memory - Foto by Adrià Vidal |
Los
elefantes muestran sus
sentimientos y, para ellos no
hay amor más grande que el de
una madre y su hijo.
El lazo entre la elefanta y su cría, es uno de los más fuertes del mundo
animal y, a diferencia de otras especies, se extiende más allá del tiempo de
crianza y puede durar para toda la vida. Justamente es esa capacidad para
formar lazos casi a perpetuidad, lo que hace de los elefantes capaces de amar y sentir desamor o
dolor cuando un ser querido es separado del resto.
Los elefantes, entierran a quienes ya murieron y, cuando la manada vuelve a pasar por
la “tumba” de un viejo integrante, se detienen a recordarlo. Para ellos,
la muerte es algo serio y les afecta mucho.
El síndrome del corazón roto en los
elefantes
Se dice que las personas pueden morir al
sufrir una gran pena de amor, debido al estrés que ello provoca. Los elefantes
también sufren del síndrome del corazón roto, sobre todo cuando fallece
una de sus crías.
Si fallece la cría, la mamá elefante se aparta de la manada por varios días y realiza una especie de proceso de duelo. En vez de dejar el cuerpo, lo acaricia con la trompa, le huele y camina en círculos rodeándolo. Se cree que es su forma de entender y aceptar la muerte.
Al ser muy susceptibles al estrés y, tal como los humanos, los elefantes que pierden la cercanía con un ser querido, que se manifiesta en el contacto piel a piel, perfectamente pueden fallecer, algo que se da comúnmente en los casos en que una cría pierde a su madre.
El carácter compasivo de los elefantes, hace que el resto de la manada acoja al huérfano que está sufriendo o ayude a un compañero que está en proceso de duelo. Como ven, hay muchas razones por las cuales admirar a los elefantes, animales que no sólo grandes de tamaño, sino que también tienen un corazón inmenso.
Si fallece la cría, la mamá elefante se aparta de la manada por varios días y realiza una especie de proceso de duelo. En vez de dejar el cuerpo, lo acaricia con la trompa, le huele y camina en círculos rodeándolo. Se cree que es su forma de entender y aceptar la muerte.
Al ser muy susceptibles al estrés y, tal como los humanos, los elefantes que pierden la cercanía con un ser querido, que se manifiesta en el contacto piel a piel, perfectamente pueden fallecer, algo que se da comúnmente en los casos en que una cría pierde a su madre.
El carácter compasivo de los elefantes, hace que el resto de la manada acoja al huérfano que está sufriendo o ayude a un compañero que está en proceso de duelo. Como ven, hay muchas razones por las cuales admirar a los elefantes, animales que no sólo grandes de tamaño, sino que también tienen un corazón inmenso.
"Buba", foto by Retrataura Imagine. |
Fuente: aquí.
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Elefante, by Luis Manuel Lozano |
Los elefantes hacen duelo cuando mueren sus congéneres
Este
vídeo es parte de un documental sobre vida silvestre narrado por el famoso
David Attenborough. El vídeo ofrece una demostración de pena de los
elefantes (vídeo en inglés).
El vídeo muestra una manada de elefantes salvajes
que encuentra el cadáver de otro elefante. La manada de elefantes muestra su
duelo ante la presencia del cadáver. Es una escena muy conmovedora, cargada de
emoción.
Presencia de emociones de nivel superior en los elefantes
Protección Animal Mundial considera que este vídeo aporta información valiosa sobre la consciencia de los elefantes. Las conductas que se observan en el vídeo solo pueden explicarse a través del reconocimiento y la comprensión de la propia y existencia y mortalidad por parte de los elefantes.
“Siempre se puede despertar a alguien que está dormido, pero ningún ruido del mundo, por fuerte que sea, despertará a alguien que finge dormir. Uno puede ser inconsciente en su vida; otra cosa es elegir ser ignorante con la excusa de no querer saber.”
Más información:
***
* Documental: Os recomiendo ver el documental sobre la vida de Echo, una elefante que vivió 65 años. Echo pronunciado ´Eco´ era la matriarca de una gran familia de elefantes de Amboseli, el Parque Nacional de Kenia. Enlace aquí.
1 comentario:
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